jueves, 15 de noviembre de 2007

Relato corto

Era una fría mañana de noviembre. Se había arreglado como si fuera a una fiesta, porque aquello era importante para ella. Salio del hotel sin rumbo fijo a pasear y reflexionar sobre lo que iba a hacer ese día.

La ciudad estaba estaba esplendida y fue recordando cosas.... Desde muy joven y por razones familiares se tuvo que ir al extranjero. Fue duro, tuvo que aprender a vivir de un modo muy diferente al que estaba acostumbrada, aprender otro idioma lo cual es enriquecedor, culturas diferentes y gente que no te entendía o tu no los entendías a ellos, tuvo que adaptarse a las circunstancias y ligerito porque sino perdías la oportunidad....

Siempre soñó con poder estudiar, pero no pudo ser. Eran otros años. Sabia dentro de ella que tenia un gran potencial desaprovechado, así que hizo lo que pudo y lo que mas le gustaba. Leer. Leer muchísimo, incluso a escondidas porque le habían llegado a decir " que eso de leer era una pérdida de tiempo".

Iba pensando en como la había zarandeado la vida. Tu quieres ir por un camino, pero viene la vida con esa ironía o frialdad o realidad llámalo como quieras y ella decide sin mas por que camino vas a ir. La verdad es que aunque las pruebas fueron duras, tuvo la suerte de que esa misma vida, la había dotado de una gran fortaleza espiritual y eso le valió a lo largo de los años como si hubiera poseído el mejor tesoro, porque supo afrontar todo tipo de cosas. Y es que cosas buenas también hubieron muchas, por suerte.

Desde que había vuelto a su país, era otra. Ella creía que hasta las piedras de su antigua calle la reconocían, se encontraba a gusto. Y fue en ese verano, cuando ni por lo mas remoto pensó jamas en hacer algo así , lo decidió y ahora estaba la ciudad por eso.

La hora... no había que retrasarlo mas. Había quedado en dar aquel paso y lo haría. No sabia que iba ha hacer con ella, pero sabia que le pertenecía y era aquella y no otra.

Entró y compró la casa....

domingo, 11 de noviembre de 2007

PORQUE NO TE CALLAS!!!



Pues mira tu. Que a partir de ayer, me siento de lo mas monárquica.... Y orgullosa de mi país.


RESPETO PARA TODOS Y POR TODOS.

martes, 6 de noviembre de 2007

Pequeños signos negros



Acabo de leer un libro de Ismail Kadaré. "Crónica de la ciudad de piedra" se titula. La cuenta un niño albanés y como telón de fondo tiene la segunda guerra mundial.

Pues ese niño que tenía una gran curiosidad por los libros, un día logró que le dejaran uno, y fue tan grande su emoción, que no puedo resistir la tentación de transcribir este párrafo del autor.

"Subí los escalones de cuatro en cuatro. En la sala grande no había nadie. Me senté cerca de la ventana, abrí el libro y comencé a leer. Leía muy despacio, sin entender apenas nada. Llegaba a un punto y volvía otra vez a releer el mismo trozo. Poco a poco comencé a entender lo que leía. Tenia la cabeza como un tambor. Oscurecía. Las letras empezaban a bailar y querían escaparse de las lineas. Me dolían los ojos.

Aquella noche no me podía dormir. Tenia el libro allí mismo bien cerca. Sobre el sillón. Una cosa tan pequeña y maravillosa. Entre dos tapas de cartón se escondían ruidos, puertas, gritos, caballos, personas. Al lado unos de otros, empujándose. Desarticulados en pequeños signos negros. Cabellos, ojos, uñas, manos, piernas, barbas, paredes, sangre, portazos, ruido de caballos, gritos, voces... Todos obedecían los pequeños signos negros. Las letras corren a toda velocidad. Ahora por aquí, ahora por allí. Corren las as, las efes, las ies, las kas... Se juntan para formar un caballo o una tormenta. Después vuelven a correr. Y crean un puñal, la noche, un homicidio. Después el camino, los portazos, el silencio....Corren, corren, corren sin parar. Continuamente".

Me resultó atractivo el párrafo, porque yo tengo hacia los libros un cariño especial y ciertamente los pequeños "signos negros" son maravillosos para mi. No en vano digo siempre que el mejor amigo del hombre no es el perro. Sino un libro.

jueves, 1 de noviembre de 2007

La Chaquetía



En la fiesta de Todos los Santos en casi todas partes se celebra la llegada del otoño, aquí en Catalunya con la fiesta de la "castanyada y los panellets". Yo recuerdo que en Extremadura era con "La Chaquetía". Los niños íbamos por las casas con esta cantinela: " tía María que me des la chaquetía" y nos daban higos, nueces, bellotas, granadas, manzanas, membrillos... y toda clase de frutos secos de la época, que después nos merendábamos con la pandilla.

Además allí era "Tosantos" supongo que por abreviar, día en que también se celebra el culto a los difuntos como en todas partes.

He investigado algo sobre esta palabra: "Chaquetía" y se cree que anteriormente, podría ser "Chiquitía" o sea algo para los pequeños lo cual ya tiene un sentido mas propio con lo que era la fiesta en sí.

El motivo de esta reflexión es la tan extendida fiesta hoy en nuestro país de "Halloween" en la que los niños de América van por las casas pidiendo "chuches". Teniendo en cuenta que cuando yo era pequeña, aquí vinieron los americanos a las bases militares y que hasta mucho después nadie había oído hablar de "Halloween" y eso fue en el cine, me pregunto: Han importado los americanos esta tradición aquí? O tal vez fuimos nosotros los que la llevamos allí, teniendo en cuenta la cantidad de emigrantes desde el descubrimiento?