sábado, 21 de julio de 2007

Fin de semana en el pirineo 2ª parte



Cuenta la leyenda, que en la antigua Narbona vivía el rey Brébice que tenia una hija llamada Pirene. Acertó a pasar por allí Hércules y quedó prendado de su hermosura. La joven cayó rendida en sus brazos y al poco Hércules tuvo que marchar a nuevas gestas. La joven Pirene descubrió que estaba embarazada del semidiós y a los nueve meses dio a luz una serpiente y todo el palacio quedó horrorizado.

Pirene fue expulsada de casa de sus padres y ella se echó al monte,desesperada por aquel parto y solo deseaba la muerte, que no tardó en llegar ya que unas fieras la atacaron y la devoraron esparciendo los restos por los bosques.

Al cabo del tiempo volvió Hércules y le contaron lo sucedido. Entristecido Hércules quiso darle sepultura a su amada y se fue a buscar sus restos que estaban extendidos en el monte. Con sus poderosos brazos empezó a coger rocas y las fue apilando durante muchos años, hasta que tuvo su alma en paz. Entonces alzó la vista y vio que había elevado un túmulo mas allá de las nubes y que en las cimas había nieves perpetuas...

Desde entonces esas montañas se llaman Pirineos en honor de la princesa que amó Hércules.

En esas maravillosas montañas continuamos nuestro viaje, que dejamos en Escaló donde nos paramos a comer. Ya desde allí nos dirigimos hacia Gerri de la Sal, donde antes había salinas de ahí su nombre y allí nos llevó nuestro amigo por una carretera interior hasta el lago de Montcortés. Un lago natural muy grande y muy bonito donde dicen que jamas ha bajado el nivel del agua y que no se sabe de donde viene.

Tomamos de nuevo la carretera esta vez hacia Espui donde viven las hijas de nuestro amigo, en plena Vall Fosca uno de los parajes mas bonitos del pirineo catalán.

Su yerno nos subió a Filiá que es el nombre de aquella montaña, en su todo-terreno nos llevó, a más de 2000 m. de altura, los pueblecitos parecían los de los belenes. Una maravilla.

Ellos tienen allí durante el verano a los animales y fue una gozada ver a las yeguas con los potrillos y a las vacas con los terneros paciendo en aquellas altura y ese color de los árboles tan especial del verano, y ese olor, y toda esa explosión de naturaleza y esas florecillas a esa altura y todo tan inmenso y ese silencio y ese ruido del agua y los animales... Eso es simplemente la VIDA así con mayúsculas.

También nos llevó a la ermita de Fa que esta en plena montaña y que el pueblo entero sube una vez al año a dar gracias la Virgen por los favores recibidos. Ah! Y también hay niñas que se llaman Mª Fa.

Al bajar cenamos en casa de los hijos de nuestro amigo, pasamos una velada muy agradable porque son excelentes personas y además porque yo quiero mucho a esas niñas que ya son unas magnificas mujeres.

Aún me queda otra parte. Que contaré otro día.

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