Caro y Barato

Hablando de lo cara que son las cosas había algunas personas, que comentaban las cosas mas caras para ellas. Las cosas materiales.

Yo tengo una teoría sobre ese tema. Y es que todo lo que se puede pagar con dinero es barato.

De acuerdo que necesitamos cosas materiales, que son caras, ( a veces demasiado) y que la gente tenemos que ceñirnos a nuestra capacidad adquisitiva, sin dejar por ello de darnos de vez en cuando un "gustazo" o un capricho con los nuestros. Como he dicho antes, sin estirar mas el brazo que la manga, así es por lo menos como yo lo entiendo.

Podemos pedir un crédito, comprar un coche, una casa, ir a un viaje etc... de todas esas cosas puedes salir mas o menos airosamente. Lo pagas como puedes y si no te lo embargan. Esa son las reglas del juego de esta sociedad.

Para mi,eso es penoso, pero es barato.

Ahora bien: El amor de tu familia, ese que es incondicional y está por encima de todo, ese resulta caro. En aprendizaje, en tiempo, en sacrificio, en desvelos, en impotencia, en rabietas, en llanto, en alegrias, en convivencia, en comprensión, en perdonar y pedir perdón.... Caro, no hay dinero para comprar eso.

La amistad: Cara. Tienes que conservarla y hay que saber hacerlo. No es fácil, porque a las personas hay que aceptarlas como son y a veces no es exactamente como a ti te gustaría, pero si te consideras un buen amigo, hay que estar para todo y pensar que a lo mejor nosotros tampoco somos lo que ellos esperan. Cara, podrás pagar compañía pero no amigos.

La salud: Cara. Y no precisamente por las facturas de los médicos. Es el bien mas preciado que tenemos en la vida y no lo valoramos hasta que no lo perdemos. Se de lo que hablo a nivel personal y profesional. Cara, si la pierdes entras en un círculo del que cuesta salir si es que sales. No hay dinero en el mundo para comprar la salud.

Para mi estas cosas no tienen precio. Podemos seguir con una conciencia tranquila, con un buen carácter, con una sonrisa a tiempo, una mirada, etc....

Luego están los "tesoritos". Aquellas fotos, un vestido, una cosa antigua de tu abuela, un libro que una vez te regaló alguien, los primeros dientes de tus hijos... cosas que no te desprenderias de ellas por todo el oro del mundo.

He aprendido a valorar lo que hace agradable la vida. De todos modos, solo es mi opinión personal.