jueves, 17 de mayo de 2007

La falta de una madre

Ayer me llamó una amiga para comunicarme que su mamá había muerto. Que desconsuelo cuando se te va alguien tan querido.

Ella, mi amiga, es una persona inteligente, culta, madura, preparada, sabe mucho sobre la muerte y además por su profesión está en contacto con ella. He visto mas de una vez, como ha sentido la muerte de personas que solo conocía de haberlas cuidado, porque tiene mucha sensibilidad y con eso se nace, no se puede adquirir.

Ayer perdió a su madre y con ella se le ha ido una parte de su vida, parte de su infancia, de su juventud, de sus confidencias, de pedir consejo, de complicidades, de refugio, de saber que hay alguien que está ahí incondicionalmente que te abrirá los brazos aunque te equivoques, de tantas cosas... Pero el amor de su madre la acompañará siempre.

Al principio el dolor es casi físico, yo sé por que se llama duelo; es porque duele realmente.
Quizás quien no ha pasado por ello no lo entenderá, pero así es y mas cuando una persona está tan unida a otra como me consta que mi amiga lo estaba con su madre.

Pero ella tiene una hija adolescente a la que también está muy unida y ahora le toca a ella coger el testigo y hacer lo mismo que su madre.

Y si puede y sabe mejorarlo. Y estoy segura de que lo hará.

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